A diario trato mucho con las parejas embarazadas y con las recién mamás y me doy cuenta de que el proceso de la maternidad es un camino que muchas veces se tiende a idealizar, también bastante desconocido, lleno de dudas y de incertidumbres. En ocasiones la pareja no sabe exactamente a quien preguntar, a menudo el ginecólogo es diferente en cada visita y no da tiempo a tener una conversación de confianza.

Me doy cuenta de que muchas parejas no tienen una persona de referencia en su proceso de embarazo, esta persona de referencia es la matrona, pues ella os va a acompañar durante el embarazo, parto, postparto y crianza de vuestros hijos ya que es la enfermera especialista en la mujer.

La matrona resuelve cualquier duda que te pueda surgir en el embarazo, es esa persona de confianza con la que podrás conversar con total libertad, te entrena de manera física y emocional para que el momento del nacimiento de tu bebé sea ante todo una acto de amor . Te acompaña en el postparto, te cuida, escucha y asesora con los primeros cuidados de tu bebé. Te apoya tanto si deseas lactancia materna como artificial y te ayuda para conseguirlo con sus consejos y paciencia. Durante la crianza de tus hijos también está presente en todo lo que necesites.

Aunque esta es la función más conocida de la matrona, su campo es mucho más amplio, tanto como lo es la mujer, porque asesora y cuida a la mujer en todas las etapas de su vida.

Por eso me hice matrona, para acompañar, no solo a la mujer, sino a la pareja en este camino tan bonito como es el de la maternidad y paternidad, para estar ahí cuidándoos y tratando de que disfrutéis al máximo de esta experiencia única en vuestras vidas.

¡Pon una matrona en tu vida!