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Crisis de lactancia

Hoy escribo sobre un tema que me preguntáis muy a menudo:  las crisis de lactancia o brotes de crecimiento. Estas crisis son debidas a un aumento de la demanda del bebé. Suelen darse aproximadamente en las mismas etapas en todos los bebés siendo un proceso biológico de su desarrollo.

En ocasiones son leves y no se percibe un cambio grande, pero la mayoría de las madres sí que notan cambios en el comportamiento de su bebé. Conocer las crisis, por qué se producen y unos pequeños consejos para llevarlas mejor te ayudará a disfrutar de vuestra lactancia materna de manera satisfactoria.

¿Qué son las crisis?

La lactancia materna no es lineal en un bebé y su crecimiento tampoco, por lo que el bebé va a ir modificando su demanda acorde a su desarrollo. El comportamiento del bebé cambia intentando regular la producción de leche a sus nuevas necesidades por lo que podemos notar que nuestro bebe está más incómodo durante la toma teniendo la sensación de que no queda satisfecho.

17-20 días:

Esta es la primera crisis, el bebé necesita aumentar la producción de la leche porque su desarrollo cambia y requiere más cantidad, por tanto mama continuamente o cada poco tiempo, no suelta el pecho, llora, aparecen regurgitaciones frecuentes… Todo ello para estimular la mama, cuando consiguen la producción que necesitan se vuelven más calmados.

6-7 semanas:

En esta etapa existe un cambio en la producción de leche con cierto sabor algo más salado y tardan unos días en acostumbrarse. Podemos notar que nuestro bebé cuando está al pecho nos pega tirones, llora más a menudo o arquea la espalda. También suele aumentar el numero de tomas. Tiene una duración aproximada de 1 semana.

3 meses

Esta crisis es quizás la más delicada y compleja ya que es una de las más duraderas (puede durar un mes) y es la responsable de muchos abandonos de lactancia materna si no se conoce realmente lo que está pasando.

Lo que sucede es que el pecho está blandito, ya no demandan tan a menudo porque se han vuelto unos expertos en succión y sus tomas son más cortas y eficientes. Aquí muchas madres se preocupan pensando que ya no tienen suficiente leche, que se quedan con hambre o que a su bebé ya no le gusta su leche y nada que ver!

Hay que tener en cuenta que el sistema de producción ha cambiado y produce cuando el bebé mama, de ahí que ya no sientas el pecho cargado como antes, el cuerpo es sabio y se regula. Debido a esto el reflejo de eyección se retrasa y puede tardar en salir la leche unos dos minutos aproximadamente, los bebés tienen que acostumbrarse a este nuevo ritmo y les cuesta.

El cerebro del bebé experimenta muchos cambios en esta etapa por lo que, cuando están al pecho, se distraen mucho con cualquier estímulo mamando mejor por las noches.

Por todo ello las tomas son más caóticas, el bebé engorda menos y puede existir una disminución de la frecuencia de las deposiciones.

1 año:

En esta etapa existe una reducción de la velocidad de crecimiento del bebé. Si nuestro bebé ya comía alimentación complementaria, puede dejar de mostrar interés por los alimentos o comer menos, aumentando así la demanda del pecho que le da todos los aportes nutricionales necesarios. Si todavía a esta edad no comía absolutamente nada de alimentación complementaria es recomendable que consultes con tu pediatra para valorar los niveles de hierro del bebé.

Vuelven a acelerar su crecimiento en torno a los 15-18 meses y de nuevo mostrarán interés por los alimentos.

2 años

La crisis inesperada! Aquí los bebés entran en la etapa del «no» y la autoafirmación. Es una etapa muy importante para su desarrollo. Quieren independencia pero a la vez les genera inseguridad y el pecho les trasmite esa seguridad que necesitan. Por ello existe un «retroceso», muchas madres lo describen como si tuvieran un bebé recién nacido otra vez. Demandan de manera continua y nerviosa, a veces inquisitiva, quieren ya la teta y si se les niega o aplaza se enfadan intentando desnudar a la madre y sacar la teta en cualquier momento y lugar.

Esto es un comportamiento fisiológico y muchas madres en esta etapa reciben críticas inoportunas cuando las personas de su entorno observan al bebé exigir la teta aquí y ahora, pero así es como ellos regulan las emociones, todavía de forma muy inmadura. Poco a poco y con paciencia podrás ir pactando con tu bebé los momentos para tomar teta de manera calmada. Ánimo!

 

Consejos para afrontar las crisis:

  • Jamás forzar a mamar ni insistir demasiado.
  • Dar el pecho en penumbra y en silencio minimizando al máximo los estímulos.
  • No esperar a que el bebé llore para ofrecer el pecho.
  • Paciencia!! Tal como vienen se van.
  • Acude a los grupos de apoyo de tu zona, hablar con otras madres en la misma situación ayuda mucho a sobrellevarlo.
  • Si tienes dudas consulta con tu matrona.

 

Feliz lactancia!

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